Animal del mes
Las zarigüeyas, los canguros del Ecuador
por André Zambrano
Las zarigüeyas son pequeños mamíferos que pertenecen al grupo de los marsupiales al igual que los canguros y koalas de Australia. En la ciudad de Quito y sus alrededores las podemos encontrar generalmente en sitios cercanos a riachuelos o quebradas.
Las zarigüeyas tienen una cola larga y prensil que, junto con sus cortas patas, les permite trepar grandes alturas; es decir no viven en las alcantarillas como la gente cree. Su alimentación se basa en frutas, vegetales, algunos insectos y pequeños vertebrados. Por esta razón esta especie nos ayuda en la difícil labor de dispersión de semillas y el control de los verdaderos roedores. Estos animales tienen hábitos generalmente nocturnos por lo que es muy común encontrarlos en las noches.
La reproducción de esta especie es relativamente fácil y rápida. Una mamá zarigüeya puede en un solo parto tener hasta 20 crías, que “nacen” luego de 12–15 días de gestación interna-uterina sin lograr desarrollo completo. Para completar su desarrollo, las crías migran hasta una bolsa de piel ubicada en el abdomen de la madre llamada marsupio donde pasarán entre 60-70 días, y en donde los bebés encuentran las glándulas mamarias que proveen la leche necesaria para su alimentación y crecimiento.
Actualmente son vulnerables debido a que existen muchos mitos alrededor de estos animales, que generalmente son confundidos con roedores. Se dice que son invasoras, dañinas, malolientes, casi una plaga; sin embargo esta apreciación no es correcta, las zarigüeyas no representan un peligro para el ser humano. Es importante saber que si usted ve un espécimen no debe molestarlo, puesto que si se sienten amenazados pueden llegar a morder. En el mejor de los casos el animalito se “hará el muerto” y después de pasado el peligro simplemente se marchará.
En cualquiera de estos casos comuníquese con el Ecu-911 ellos sabrán guiarte sobre cómo proceder.
DATOS INTERESANTES
Las zarigüeyas tienen manos con cinco dedos y pulgar oponible en los pies lo que permite una correcta sujeción, similar a como lo hacemos los humanos.
Viven de 2 a 4 años de manera solitaria dentro de madrigueras entre rocas, excepto en época de apareamiento en la cual forman parejas.